Zig Zags empezaron en el verano de 2009 en una habitación únicamente iluminada por una pequeña luz verde. Ésta, les transformó en lo que hoy en día son, Zig Zags. En los siguientes cinco años, grabarían una canción con Iggy Pop y un álbum con Ty Segall. Pasando de tocar en fiestas a cambio de pizza, a pisar las tablas del Fillmore West. Pero en aquel entonces, eso estaba todavía por pasar. Antes de ellos, ya existían bandas míticas como Kiss o Sabbath, cuyos nombres fueron marcados a fuego en escritorios a lo largo de décadas. Antes de ellos, ya existían bandas «mutantes» de heavy metal y punk como The Dictators y Pentagram que acabaron por no conseguir la verdadera fama que se merecían. Y antes de ellos, ya habían llegado monstruos, rarezas y locuras de gente como J.T. IV, White Boy y The Average Rat Band. Esas bandas que surgieron cuando alguien decidió colgarse una guitarra y gritar «QUE LE J*DAN» lo suficientemente fuerte para que la cinta se pare. Todos y cada uno de ellos fueron unos visionarios, incluso si la mayoría pagaron, o nunca fueron pagados, por ello. En este sentido, Zig Zag también tiene una visión. Era una visión rara y oscura, visiones similares a las que aparecen en el monitor de tu nave espacial cuando te despiertas de la criogenización, o las visiones que aparecen en tu mente cuando te despiertas con resaca en tu fugoneta.