Old Time Relijun es una banda del todo inclasificable que comenzó su andadura en Olympia a mediados de los noventa y que desde entonces no ha dejado de repartir crudeza y de dar sentido a eso que entendemos como “lo salvaje” caminando siempre por la sombra de los márgenes del “rock”. Tanto sus grabaciones como sus incendiarias actuaciones han dejado del revés a todo aquel que haya tenido la osadía de acercarse a alguna de ellas.
La casa de discos que les ha cubierto las espaldas en todo este tiempo es, nada más y nada menos, la imprescindible K Records (de Calvin Johnson). Discos como Witchcraft Rebellion, Catharsis in Crisis o 2012 son perfectos exponentes del quiebro estilístico que les caracteriza. El término “de culto” deja de tener sentido cuando observas con cierta perspectiva su carrera musical.
Su música aglutina un sin dios de posibles influencias que construyen un universo en el que Old Time Relijun se mueven con alegría e intensidad. Birthday Party, Sun Ra, Beefheart o el canto mongol difónico (Khoomii) podrían considerarse algunos de los pilares en los que se apoyan, pero eso sería como no decir nada. Simplemente se efrentan a esos posibles referentes de un modo natural y primitivo que les lleva a esa música que los hace tan jodidamente especiales.